Programa

Módulo 1

Epidemiología y fisiopatología del hierro. Implicaciones clínicas

Gemma Colomé Rivero

El déficit de hierro en la población pediátrica de nuestro entorno es mucho más prevalente de lo que podamos pensar y sus consecuencias pueden ser leves y reversibles o graves e irreversibles a largo plazo. Por este motivo, debemos entender bien el metabolismo corporal del hierro, conocer cuál es su fisiopatología y qué factores van a influir directamente en él. En muchas ocasiones las manifestaciones clínicas de este déficit nutricional son inespecíficas y lo debemos sospechar a través de una correcta historia clínica y exploración física. Ante una situación clara de riesgo, haremos una determinación analítica y, si confirma nuestra sospecha diagnóstica inicial, instauraremos un tratamiento precoz y un seguimiento clínico adecuado.


Módulo 2

Diagnóstico clínico del déficit de hierro: anemia, ferropenia y patologías asociadas

María Ángeles Vázquez López

El déficit de hierro es el resultado de un balance negativo de hierro que afecta a los compuestos férricos y la anemia ferropénica es la consecuencia hematológica tardía. La causa fundamental del déficit de hierro en la infancia y adolescencia es la nutricional, debiendo descartar otros procesos patológicos en casos de anemia grave. La anamnesis y el examen físico, haciendo énfasis en la encuesta nutricional y en la presencia de factores de riesgo, resultan fundamentales para la sospecha diagnóstica. Las pruebas complementarias básicas y confirmatorias de ferropenia varían con la edad, solo informan del estado de un compartimento del hierro corporal, se van alterando en función del grado de ferropenia, la mayoría se ven afectadas por procesos inflamatorios y es por ello por lo que deben utilizarse en combinación. Los test diagnósticos básicos incluyen la hemoglobina e índices eritrocitarios. Definen la anemia, hipocromía y microcitosis, pero no detectan estados precoces de déficit de hierro. Los test de confirmación son los clásicos: ferritina sérica, índice de saturación de transferrina y protoporfirina eritrocitaria. Otros de incorporación más reciente, como el contenido de hemoglobina reticulocitaria, el receptor soluble o sérico de la transferrina y el índice RsTf-F, se reservan para procesos inflamatorios concomitantes. La prueba terapéutica de hierro es útil cuando no se dispone de test de confirmación. El diagnóstico diferencial de la anemia ferropénica incluirá la talasemia minor, la anemia de la enfermedad crónica y la intoxicación por plomo.


Módulo 3

Abordaje clínico: manejo y tratamiento del déficit de hierro en la edad pediátrica

Anna Ruiz Llobet

La anemia ferropénica es la causa más frecuente de anemia en la infancia. No es una enfermedad, sino un signo de un trastorno subyacente que es preciso diagnosticar y tratar.

A pesar de las directrices generales, el tratamiento siempre se individualizará a las características del paciente. El tratamiento de elección en niños es Fe por vía oral, con el objetivo de corregir la cifra de Hg y restaurar los depósitos de Fe del organismo. Para ello, es necesario mantener el tratamiento de 3 a 6 meses, además de asegurar unos aportes nutricionales adecuados. La administración de Fe intravenoso está indicada en algunos casos; su uso es hospitalario, puesto que no está exenta de efectos secundarios. La necesidad de transfusión de hematíes es poco frecuente, está indicada cuando la situación clínica lo requiera.

Los pacientes que no mejoran o que recaen a pesar de un tratamiento adecuado han de ser reevaluados. Aunque el motivo más habitual del fracaso terapéutico es un mal cumplimiento de este, debemos reconsiderar el diagnóstico volviendo a la anamnesis, exploración física y, si fuera preciso, otras pruebas complementarias dirigidas. El objetivo es ofrecer la mejor atención médica posible con los recursos a nuestra disposición y aumentar, en la medida de lo posible, la calidad de vida de nuestros pacientes.


Módulo 4

Revisión y análisis de la evidencia clínica del manejo y tratamiento del hierro en la edad pediátrica

Bárbara Hernández García

Para un correcto diagnóstico y tratamiento de la ferropenia, debemos conocer su prevalencia en la edad pediátrica. Asimismo, hay que identificar los grupos diana en los que la anemia es más frecuente y las patologías asociadas al déficit de hierro.

Es importante saber y entender las características del ciclo del metabolismo del hierro en el ser humano, así como las moléculas implicadas en él.

Un correcto y exitoso tratamiento se basa, además, en conocer las distintas formulaciones de hierro oral, así como su principio activo y su concentración de hierro elemento.

Son múltiples las terapias orales, con distinto mecanismo de acción y posología, que detallaremos a lo largo de este capítulo. También estudiaremos las nuevas terapias orales disponibles, así como su mecanismo de acción y posología.

Nos acercaremos además al conocimiento del tratamiento con hierro intravenoso, estudiando indicaciones y sus efectos adversos.

Con todo ello, seremos capaces de hacer una valoración global del paciente, evaluando en cada caso cuál es la terapia más indicada y las dosis y el tiempo de tratamiento.


Módulo 5

Criterios de seguimiento y derivación del niño con déficit de hierro

Luis Carlos Blesa Baviera

El déficit de hierro representa una carga importante de morbilidad. La ferropenia es un paso previo de la anemia ferropénica. La edad pediátrica, especialmente los primeros dos años y la adolescencia, presenta un elevado riesgo de ferropenia debido a las altas demandas de hierro por su rápido crecimiento y a la baja disponibilidad de hierro si la alimentación no es apropiada. En este módulo resumiremos los aspectos más relevantes de esta entidad que deben ser conocidos por el pediatra de atención primaria.

Las causas, no excluyentes, pueden ser: disminución de la disponibilidad, aumento de las necesidades o aumento de las pérdidas. Las manifestaciones clínicas derivarán del déficit de hierro y de la anemia. El diagnóstico es analítico, como hallazgo casual o sugerido por las manifestaciones clínicas o su pertenencia a grupos de riesgo. El tratamiento debe ser etiológico siempre que sea posible. La suplementación oral constituye un pilar terapéutico fundamental, al que se añade una ingesta adecuada de alimentos ricos en hierro. Es recomendable una profilaxis con hierro oral en determinados grupos de riesgo y recomendaciones nutricionales para todos los niños y adolescentes. Este último objetivo preventivo es especialmente importante y está reservado para el pediatra de atención primaria.